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Agosto


Hoy de Juan Gelman

Qué significa escribir poesía en estos tiempos, cuando parece que todos las promesas modernas están rotas, y lo que apremia es la incertidumbre; cuando parece que los fundamentalismos acosan de múltiples formas; cuando incluso los actos atroces del siglo pasado, aparentemente insuperables, se han normalizado; cuando la corrupción y la impunidad parece que han corroído todo el territorio humano. Teodoro Adorno, uno de los filósofos más importantes de principios del siglo XX, después de ver las atrocidades del régimen Nazi, dijo (talvez equivocadamente) “después de Auschwitz no es posible escribir poesía”. ¿qué diría si observara los tiempos en los que vivimos ahora? Por ejemplo en México, donde tal vez no vivimos una dictadura como tal, porque nadie duda que en nuestra actual democracia, cualquiera tiene la libertad (y digamos entre comillas) de decir y creer lo que quiera; sin embargo, irónicamente, al mismo tiempo, nadie duda que pueden asesinarte si intentas ir a otro estado, si eres mujer y pasas por la calle a una hora inadecuada, o que hay sujetos orillados a cometer los actos más atroces, a gente inocente, por dinero en el narcotráfico y crimen organizado; todo como si no hubiera justicia ni estado que protege. Ante el panorama poco alentador en que vivimos, que de entrada es difícil asimilar de un sólo trago (sin resultar afectado). ¿qué es escribir poesía hoy?

Estimada lectora, lector, no se entusiasmen o escapen, no pienso responder en su totalidad a esta pregunta estremecedora, sino sólo esbozar una respuesta y compartirles la lectura de algunos fragmentos del último poemario de quien, en mi humilde opinión (y los que lo conocen no me dejarán mentir) es uno de los poetas contemporáneos más importantes. Les hablo del argentino, fallecido apenas hace 3 años, Juan Gelman en su poemario Hoy:

LXXXII

El lenguaje es un hueso, vaga a su antojo antes de poseer al hijo. En sus pausas se come al infinito y su enlace con el deseo mundial abarca la discontinuidad que nombra. Es libre en suspensiones del origen, conoce su duración en el instante que se fue. Le pesa la inocencia del círculo, tanta miseria alrededor. Penetra las unidades incompletas. Cuánta palabra echada atrás esperando una cuna.

Al igual que las esperanzas en un futuro próspero, el lenguaje es incierto; pero esto, contrario a ser negativo es liberador, el poeta parte de que el lenguaje está fracturado porque el tiempo también lo está; su duración se da en el instante de la interacción. No está, como algunos quizás quisieran, fijo en el diccionario, sino que se modula y transforma en su uso colectivo. Por eso el poeta dice “es libre en suspensiones del origen, conoce su duración en el instante que se fue.” ¿qué nos dice esto con respecto a la poesía? Contrario a la tradición romántica donde la voz poética del genio y del yo cobró centralidad, el lenguaje como aquello que está en el presente efímero no le pertenece a un genio creador, sino a quienes lo usan y atienden a él. Así mismo, Gelman no se adscribe a una corriente simbolista, donde pretenda nombrar lo imposible, sino que parte de que las palabras están fragmentadas por los acontecimientos, que quiebran no sólo la vida de cada quien, sino la misma historia.

En la poesía de juan Gelman no se parte de certidumbres sino de dolores de pérdida. Con el lenguaje no se puede decir aquello que sobrepasa el entendimiento, sino a penas señalarlo. Las penas del mundo, los actos de injusticia, la violencia que vivimos (directa o indirectamente), es difícil de asimilar sólo con saber lo que pasa en las noticias, o leer filosofía, es necesario una sensibilidad que no se quiebre del miedo, a la vez que no glorifique el daño que se hace a otros. En este sentido, la poesía contemporánea busca hacer sensible nuestra fragilidad, pero al mismo tiempo, partir de ella como fuente de creación. Escuchemos atentamente.

XCIII

La nostalgia ancla en hemistiquios sucedidos y algo nace de su desplegación. Lo que pasó tiene algo que todavía no pasó y nadie lee sus noticias. Las estructuras mienten/ quisieran apagar lo que está vivo/ usan políticas para matar bellezas. Vendrán los tiros que faltaron/ el cielo redará la virtud que a todos cubre/ espéculos del don/ el día que no vino más.

Subrayo lo que dice el poema, “las estructuras mienten”. El que la poesía se sumerja en la incertidumbre, sin la voluntad de totalizar, de dar un saber, es asumir que los estamentos bajo los cuales a veces queremos juzgar lo que sucede afuera, están rotos. Creo que en estos tiempos de crisis éticas, es necesaria más que nunca la poesía comprometida, como el poeta ganador argentino solía practicar, en sintonía con su militancia política.

Compañeros, hasta aquí les dejo mi intervención que espero les haya movido para leer más poesía. Les recuerdo que los viernes en el Centro Cultural Lorca, programamos los Confidente Poéticos, donde leemos poesía en voz alta. Así mismo, no dejen de visitar la biblioteca para conocer más obra de Juan Gelman y de otros poetas latinoamericanos. Les dejo con el poema que cierra el libro Hoy, especialmente dedicado a quienes dicen no entender la poesía.

¿Y

si la poesía fuera un olvido del perro que te mordió la sangre/ una delicia falsa/ una fuga en mí mayor/ un invento de lo que nunca se podría decir? ¿Y si fuera la negación de la calle/ la bosta de un caballo/ el suicidio de los ojos agudos? ¿Y si fuera lo que es en cualquier parte y nunca avisa? ¿Y si fuera?


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